asignatura "problemas psicosociales en chile", universidad alberto hurtado

asignatura "problemas psicosociales en chile", universidad alberto hurtado

jueves, 25 de septiembre de 2008

Sobreexplotación del Medioambiente y sus efectos


Al escuchar en la actualidad la palabra medioambiente, suenan y surgen de inmediato una serie de temas y problemáticas vinculadas a este ruido tan moderno, o si se prefiere posmoderno. Lo cierto, es que más allá del enfoque que se adopte, lo medioambiental y su depravada sobreexplotación cortoplacista constituye un problema ecológico, social, cultural, político, y económico insoslayable desde el boom de las tecnologías hasta nuestros días.


La celeridad de la modernidad y el predominio de una economía de libre mercado donde se producen grandes volúmenes de productos derivados de materias primas al servicio de una demanda cada vez mayor, está provocando un altísimo costo energético a nivel mundial. Como lo graficara Heidegger (1955) asistimos a un mundo donde predomina un pensamiento calculador (técnico) que opera desde circunstancias ya dadas sin reparar en los cimientos de ese propio saber. Es el escenario del régimen de la técnica y la tecnología, donde todo es efímero y volátil. Poco se considera el pasado ni menos se toman precauciones respecto del futuro al momento de intervenir el medioambiente. Simplemente se explota, se arrasa con todo cuanto aparece por delante y luego se desecha pasando al olvido.


Siguiendo con Heidegger (1955) hace falta retomar ese pensamiento reflexivo, más filosófico, que repara en los fundamentos de los saberes y las cosas. No se trata acá de enceguecerse en la defensa de una posición realizando un escarmiento público de las tecnociencias ni del mercado liberal. Sin embargo, es necesario poner el acento en este punto de la celeridad y de la sobreexplotación del medio ambiente, puesto que representa un problema actual y vigente tanto para nuestra individualidad como para la vida en sociedad.


En la actualidad se puede apreciar lo anterior con ejemplos concretos y locales llevados a cabo por empresarios particulares (caso CELCO-Santuario, mortalidades y disminución poblacional de aves acuáticas en el santuario de la naturaleza Carlos Andwanter, en la provincia de Valdivia) o agentes de gobierno (caso pascua lama), quienes están dispuestos a ceder y contribuir en esta explotación de los recursos naturales sin dar mayor importancia a las consecuencias que dicha intervención pueda tener sobre el ecosistema de si mismos y sus propios cohabitantes, menos piensan en su descendencia, la del resto y, obviamente, inexistente es su preocupación por el porvenir del ecosistema mundial. Si recurrimos a la definición de Alfaro (2000) respecto de qué es un problema psicosocial, sin duda este escenario se condice con su concepto de interdependencia, alusivo a que cuando algún componente de un ecosistema experimenta cambios, también se evidencian alteraciones en los otros elementos del sistema.


Al proseguir con el caso CELCO, se encuentra que el Dr. Eduardo Jaramillo (Instituto de Zoología UACh), director del equipo científico que desarrolló una investigación sobre el origen de la mortalidad de las especies de CELCO advirtió que los daños provocados por la celulosa son irreversibles en el humedal del río cruces. Incluso miembros de la misma comisión discutieron acerca de ciudadanía, efectos sociales y salud pública. Por último, esta misma catástrofe ambiental dejo entrever lo frágil que es la legislación chilena en el tema medioambiental, el propio decano de la facultad de ciencias jurídicas y sociales de la universidad austral, el Dr. Juan Andrés Varas fue enfático en señalar las falencias de la regulación medioambiental en chile y la debilidad de su sistema judicial para hacer valer sanciones a los mega proyectos que no cumplen los requisitos y leyes medioambientales.


En definitiva, si se atiende con algo más de profundidad a esta sobreexplotación obscena del medioambiente, se puede ver como estamos sujetos a un orden, una estructura social y cultural que tiene arraigado en sus instituciones y fines culturales un modo que produce y reproduce la explotación como conductas normales. Se puede pensar en términos de Merton (1960) como una sociedad en la que la consecución de metas culturales y las normas institucionales que regulan los modos de conseguirlas son transgredidas. Se opta por el procedimiento técnico más eficiente, sea o no legitimo culturalmente con tal de producir riqueza y ganar gloria o más poder. Es por ello que no sorprende que los más despiadados, perversos y transgresores en materia medioambiental sean justamente quienes detentan el poder, vale decir políticos y empresarios.



Referencias


Alfaro, J. (2000). Discusiones en Psicología Comunitaria. Santiago de Chile: Universidad Diego Portales.


Heidegger, M. (1994). Serenidad. Ediciones del Yerbal. Barcelona.


Merton, R. (1960). Teoría Social y Estructura Social (4 estudios). Ed. Andrés Bello.


http://www.humanidades.uach.cl/facultad_online/content/view/35/30/

2 comentarios:

Pablo Fuerte dijo...

La última referencia de una pàgina web no está en formato apa.

Pablo A. Ugarte Insinilla dijo...

Buena introducción antes de exponer lo que pusiste. Te recomiendo poder llevar tu crítica al tema del desarrollo sustentable (ese es el tema que escogieron) y no quedarse sólo en los problemas y razones del deterioro ambiental.