asignatura "problemas psicosociales en chile", universidad alberto hurtado

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jueves, 25 de septiembre de 2008

Inicio de los servicios..


El comercio sexual reconocido como “una de las profesiones mas antiguas del mundo” posee una larga trayectoria y en ella diversos actores que identifican culturas y formas de pensar, un ejemplo es la religión católica, la Biblia menciona a una prostituta (María Magdalena) pecadora arrepentida de sus faltas y perdonada por Jesús.

Chile comenzaría solo siglos más tarde a ver la prostitución como un verdadero problema social, como explica el historiador Gabriel Salazar la aparición del comercio sexual se sitúa en los inicios del siglo XIX con la aparición de la crisis de la economía campesina y el transito a economías capitalistas, en donde la posición de las mujeres campesinas sufriría transformaciones fundamentales de desplazamiento pues “miles de mujeres se vieron desplazadas de la sociedad rural y obligadas a deambular de un lugar a otro” ya que era necesario buscar maneras de sobrevivencia para ellas y sus familias.

A partir de los años treinta se inicia la segunda corriente de migraciones, producto de la gran expansión industrial por la que el país atravesaba incorporando esta vez de forma masiva a las mujeres al trabajo, ya sea en la industria textil u otras formas. Pero el cambio significativo ocurre verdaderamente a mediados del siglo XX cuando las costumbres sexuales se ponen en juego y surge así la aparición de los métodos anticonceptivos, apoyados en una manifestación de los medios de comunicación: revistas, radio, diarios, cine y televisión que comienzan a dar cabida a discursos distintos a los oficiales de resguardo en la moral y las buenas costumbres practicados anteriormente, es entonces que la perdida de la virginidad, el habito de la iniciación de jóvenes de sectores sociales acomodados en casas de prostitutas y otros actos sexuales dejaron de ser tan
juzgados y reprimidos.
Los hombres generaban entonces cada vez mas fantasías que sus esposas no estaban dispuestas a cumplir lo que integro de forma mas fácil la prostitución a la realidad social. Estos avances hicieron de la prostitución un comercio mas acotado, creando casas ya no de prostitutas simplemente, sino de tolerancia y recreación, junto con convertirse en una forma de trabajo para cientos de mujeres que soñaron con un cambio de vida al llegar a la ciudad, tanto fue el revuelo que a fines de los sesenta en santiago se contabilizaba a lo menos sesenta burdeles en los lugares céntricos, publicitados por choferes, garzones, kioscos etc.

En síntesis los años sesenta significaron una libertad de costumbre de prácticas sexuales, especialmente en las mujeres que se cuestionaron patrones de moralidad impuestos por la iglesia católica. Todo esto llevo a un caos pues la moralidad estaba perdida en medio de esto en 1984, un sacerdote, el padre Hernán Alessandri, denunciaba el hecho “…que muchas niñitas de enseñanza básica se ubicaban en fabricas, supermercados, paraderos de taxis o de locomoción colectiva, ofreciéndose por 200, 100 y hasta 10 pesos …” denuncia que significo la instauración de un reglamento sobre Enfermedades de Transmisión Sexual, prohibiéndose el funcionamiento de prostíbulos, casas de citas o tolerancia destinadas al comercio sexual, prohibiéndose al mismo tiempo la propaganda y publicación que incentivara a dicha actividad, quedando excluido de estas orientaciones los topless, saunas y de casas de masajes que son vistas como servicios no sexuales.

¿Esta historia de comercio sexual nos dice algo? O son simplemente palabras que se lleva el viento de una historia que asumimos como realidad de todos nosotros
Hoy en día en Chile el problema de la comercialización sexual aun no esta definido pues a las tradicionales casa de prostitución, burdeles o casas de asilos, y a la prostitución callejera hay que agregar todos aquellos lugares encubiertos de trafico sexuales o de insinuaciones de los mismos, cafés con piernas, topless, casa de masajes, cabarets con privados y la prostitución de jóvenes universitarias para pagarse los estudios.

El darnos cuenta que una ley no pudo cambiar lo inevitable es reconocer que la prostitución marca una historia en este Chile, que por tanto debiera ser reconocida como tal. Una historia de avances y retrocesos continuos por sobre todo.

Referencias

- Iglesias. M.,(2001). De lacra social a comercio sexual. editorial Aún Creemos En Los Sueños. Chile

1 comentario:

Pablo A. Ugarte Insinilla dijo...

Está un poco desordenada esta intervención respecto a las otras que hiciste. Tienes algunos problemas de citas.