asignatura "problemas psicosociales en chile", universidad alberto hurtado

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jueves, 25 de septiembre de 2008

Comercio sexual de menores ¿negocio rentable?





Tomando en cuenta, la “ley de pedofilia”, que entro en vigencia el 2004, en la que se arriesgan multas de hasta 30 UTM o penas de presidio mayor que bordean los 5 años por participar en algún delito que involucre el comercio sexual de menores, cualquiera sea su intervención en este. Además del castigo social que se les da a estos abusadores. ¿Se justifica el abuso? ¿Es un castigo justo?
Si bien este negocio no es nuevo, la tecnología de hoy en gran parte de Internet hace mucho más fácil él trafico de material pornográfico y de los mismos menores. Ya que en un estudio del SENAME elaborado el 2003 ya habían mas de 3000 niños explotados sexualmente, una cifra no menor y en la cual la mayoría son niñas.
Para abordar este tema se debe entender en que consta la explotación sexual comercial infantil (menores de 18 años): “es toda actividad en que una persona usa el cuerpo de un niño, niña o adolescente para sacar provecho sexual y /o económico, basándose en una relación de poder” (SENAME, 2004, p. 10) Debe entenderse también que el explotador va desde el que facilita la participación del niño o niña (red o proxeneta); en las cuales muchas veces se encuentra los mismos padres involucrados. Hasta el que mantiene contacto con los niños (clientes), independiente del tiempo que dure este contacto.Gran parte de estos niños abandona la educación básica, muchas veces por situación de calle. En testimonios descritos en el estudio del SENAME se aprecia la intención de querer volver, pero por la compleja situación se les hace difícil. Además de la vergüenza que les provoca que sus pares sepan sus actividades; “mis compañeros saben ahora todo lo que hago y no quiero ir por allá”. (SENAME, 2004, p.20) ¿Deben pagar con el juicio social, que se les impone por exponerse al abuso? También se considera que la mayoría de las familias esta en conocimiento de la situación de los menores. Algunos niños fueron abusados en la primera infancia por su entorno mas cercano, por ende la información que existe de parte de las familias, no es muy clara; “Mi familia, saben, pero no están de acuerdo porque aquí se arriesgan hartas cosas, que te peguen hartas cosas”. (SENAME, 2004, p. 24)







Se revela en este estudio que la explotación no es elegida por ellos, sino que por su entorno, ya sea familiar, cultural, social y económico. Pero aunque no eligen este estilo de vida se les hace difícil salir de ella. Otro tema preocupante es el uso de preservativos, ya que muchos no lo hacen, corriendo el riesgo de transmisión de enfermedades sexuales. “Si po` yo lo hago con condón, pero con los clientes que yo conozco lo hago sin condón, pero los hueones que yo no conozco, lo hago con condón, o sea los que ya conozco, o sea, los que son antiguos; Los que me conocen desde cuando yo empecé po`, esos son mis clientes habituales. Los otros no po`, esos son los pasajeros. Y cuando lo vai a hacerlo por ahí, en la vuelta o en las canchas igual no uso, pero depende de con quien”. ” (SENAME, 2004, p. 30)
Las condiciones en las que viven y el echo de que muchos de estos niños son consumidores de drogas (en muchas ocasiones para sopesar lo que esta explotación significa para ellos) considerables veces provoca que estén con un gran deterioro físico. Las diferencias de ingreso que existen entre los distintos niños también son grandes, algunos por semana alcanzan los $15.000 mientras que otros sobrepasan los $200.000 (SENAME, 2004).
En cuanto a los clientes, se concentran en una edad mas bien centrada en los 45-55, son de distintos estratos socioeconómicos y en su mayoría demandan niñas. En algunas ocasiones las niñas son violadas por sus clientes sin pagarles o las llevan a lugares donde son abusadas por más hombres.
Algunos de los clientes se transforman en clientes fijos y al ser de avanzada edad generan en los niños una sensación de protección que pasa a confundirlos entre la explotación sexual y la acción protectora. ¿Están tan desprotegidos estos niños, que llegan a confundir al abusador con el protector? En este estudio del SENAME se les pregunto a los clientes las razones por las cuales demandaban servicio de estos niños y se plantearon cosas como la necesidad de desahogo, la urgencia sexual masculina y también atribuyen culpa a la sociedad por no brindar oportunidades a los niños y a la situación económica del país. En síntesis se desprende que ellos piensan que no es culpa de ellos sino que de la sociedad. ¿Se puede realmente pensar que esta justificación es valida, Es decir somos todos responsables de que estos niños sean explotados sexualmente?¿pedofilos para sí mismos libres de toda culpa? Se deja entrever también, como la familia o más bien los padres, se restan de toda culpa, ante estas situaciones, la mayoría niega el conocimiento de que sus hijos son explotados incluso en casos que estos mismos son los que inducen a esta explotación. ¿Se debería aplicar algún tipo de castigo a estos padres?, ¿Es culpa de la sociedad, de la economía, de la cultura o de la familia? Incluso habiendo instituciones como el SENAME que resguardan a estos menores, al salir estos vuelven a esa vida, completamente un circulo vicioso del que hay que hacerse cargo.
bibliografía:
  • SENAME, (2004). Explotación sexual comercial infantil. Serie estudios y seminarios. Chile.














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