asignatura "problemas psicosociales en chile", universidad alberto hurtado

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jueves, 25 de septiembre de 2008

fundamentalismo religioso y la homosexualidad


Son muy diversas las opiniones que se sostienen hacia las personas homosexuales, por un lado, encontramos a ciertas personas relativistas, que los consideran como un grupo de personas más, igual a todas las demás, que tomaron una opción sexual diferente, esta opinión, a mi parecer es la es la más común entre mayoría de la gente. Pero por otro lado, encontramos a personas retrogradas, las cuales se pueden denominar realistas, puesto que creen que existe solo una forma de hacer las cosas, considerando a los homosexuales como seres humanos enfermos. (Ibáñez, 1996)

Para explicar cómo es la opinión de este último grupo de personas, citare algunos fragmentos de una carta escrita por un sacerdote español, llamado Andrés García Torres, a un homosexual, en la cual, le da ánimos y consejos para lograr salir de la terrible enfermedad, que según él padece y con la cual, jamás podrá ser feliz.

“En primer lugar te invito a que no te dejes llevar por el ambiente o la moda que hoy te quieren hacer ver que esa situación tuya es normal. No es una situación normal ya que el cuerpo del hombre y de la mujer, están hechos para realizar la unión sexual los dos sexos opuestos y no los dos del mismo sexo. Los órganos genitales y otros órganos son diferentes y complementarios del hombre a la mujer y viceversa.” (Torres, 4)

En este fragmento, se ve que la opinión de la mayor parte de las personas antes esta condición sexual, es vista como algo normal, ante la cual, el cura le pide que no se deje llevar, que al contrario de la opinión de las otras personas esa condición es anormal. Incluso, como se ve en el párrafo siguiente, el cura le pide que si es que va a un psicólogo que vaya a uno que lo reprima y que le deje en claro que su situación NO es normal. Lo cual se opone a la forma de hacer las cosas y de obtener placer según lo propuesto por Foucault (Foucault, 1994), él afirma que es importante, para el ser humano, tener la posibilidad de elegir su sexualidad, a través de la cual, podrá crear nuevas formas de vida, relaciones, amistad, arte, cultura, etc.

“En segundo lugar te animo a que si vas a un Psicólogo para que te ayude, no vayas a uno que te pervierta, es decir, que te diga que eso es normal, incluso que te anime a que practiques relaciones homosexuales e incluso te lleve a lugares de “ambiente”.” (Torres, 5)

Más adelante, el sacerdote le explica que nunca podrá ser feliz si sigue con su condición, ya que el practicar la homosexualidad lo llevara a tendencias viciosas a las cuales se acostumbrara y terminara volviéndose esclavo del sexo, porque nunca podrá encontrar una relación estable, por lo que sólo vera placer y morbosidad, por cual nunca podrá estar satisfecho, terminando en un estado de depresión terrible. De esta manera, como juez que sentencia, el sacerdote condena a este sujeto a la eterna infelicidad. Parece insólito como un sacerdote puede, aconsejar de esta manera, siendo que según lo que tengo entendido, estas personas deberían escucharte, orientarte y ayudarte, a encontrar la felicidad, darte optimismo y no sumergirte más aun en la tristeza, la angustia y la depresión.

Pero esto, no es todo, el cura, sigue argumentando en contra de la condición sexual de este ser humano, le dice que aunque llegara a encontrar una pareja estable, esto tampoco lo haría feliz, debido a que “Pasados los primeros momentos, la rutina y vuestra convivencia que psicológicamente os está destrozando, ya que no es natural un “matrimonio” de dos personas del mismo sexo; os irá llevando hacia una rutina terrible, una desconfianza mutua. De hecho las parejas homosexuales son muy celosas, terriblemente celosas.” (Torres, 8)

Explica que serán estos celos los que llevaran a que su relación con otro se rompa, incluso, afirma que la parte que se quede sola, entrará en una profunda depresión que le llevará al intento o a la depresión e incluso al suicidio. ¿Cuando un sacerdote, que no es psicólogo, a estado capacitado para diagnosticar patologías psicológicas?

De esta forma, su vida jamás tendrá sentido, si mantiene la homosexualidad, “al final, si el SIDA, no te ha matado y te haces viejo, encontrarás un vacío existencial terrible, un sin sentido a la vida, una nausea que no te dejará vivir.” (Torres, 10) Clara ignorancia acerca del sida, que demuestra sus prejuicios ante la homosexualidad.

Así a lo largo de toda la carta, Andrés García le pide que intente luchar contra su condición y que se reprima totalmente de todo sus deseos, pues le aconseja buscar amistad con una muchacha, la cual lo podrá ayudar a encontrar el amor “limpio y puro”, con lo que queda claro que su opinión hacia los homosexuales es de personas impuras, sucias e incluso enfermas, pues termina aconsejándole rece a Dios para que lo sane, pues solo así podrá vivir feliz e irse al cielo, de lo contrario, se irá directo al infierno.Con esto, queda claro la postura de este cura, que representa la de muchos otros adeptos y funcionarios de la iglesia. Aquí se considera a la homosexualidad como una enfermedad pervertida, antes la cual debe reprimirse siempre y pedir ayuda a dios para que lo sane. Además afirma que de lo contrario su vida será un infierno y que por ningún motivo podrá ser feliz, pues todos los gays son infelices según él. Además tiene el descaro de despedirse como “tu amigo”

Podemos ver un fundamentalismo religioso, debido a que, el cura sostiene un heterosexismo psicológico, el cual, se caracteriza por tener un valor expresivo, de manera que él se encuentra desde una postura homofóbica institucional, en la que, excluye a través de la discriminación a las personas por su sexualidad, reafirmando así, su propio cristianismo, a través de este tipo de discriminación, siendo esto, evidente en la expresión acerca de la felicidad, puesto que condena al homosexual a la infelicidad. Este sacerdote es un realista que, arbitrariamente excluye todo lo que no es como él cree que debe ser, sometiendo así, al homosexual que se comporte de acuerdo a su propia idea de lo que debería ser la sexualidad humana. (Ibáñez, 1996)

El martes 2 de septiembre de 2008, se vio en el gobierno una clara discriminación, por parte de miembros de la iglesia evangélica, hacia las minorías homosexuales. Emilio Soto, presidente de Entidades Evangélicos, asistió al senado, acompañado de pastores y obispos, con el fin de evitar que la ley contra la discriminación beneficie a homosexuales. (R.G, 2008)

Como explica Opusgay.cl “Soto se apostó en la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia, para exigir que la categoría "orientación sexual" no sea mencionada en el Proyecto de Ley que Establece Medidas contra la Discriminación y para que tal norma no sea aplicable a las religiones.” (R.G, 2008, 2)

Lamentablemente, actitudes intolerantes de este tipo son reiteradas entre la iglesia y sus miembros, basta con mencionar que esta institución se guarda un derecho, en el que, pude decidir quienes ejercen o no, clases de religión, ya sea en colegios, liceos, etc. Esto se debe, como explica un informe realizado por la UDP, a una normativa, que puede determinar la idoneidad de los y las docentes, y que le permite dejar fuera a homosexuales. Lo cual, deja totalmente a criterio de la iglesia su decisión, puesto que no hay una definición clara de que es idóneo y que no lo es. (Roa, 2008)

Lo cierto es que en chile, cualquier representación de cariño o amor entre personas del mismo sexo es totalmente reprimida, por mas mínima que esta sea, como lo demuestra un caso, en el que dos jóvenes de 19 años al despedirse con un beso en la mejilla en el parque forestal, fueron detenidos y golpeados por funcionario de la Primera Comisaria de Santiago. Lamentablemente, esta situación es difícil de sancionar, debido a que, estos actos son considerados como daños a la moral y las buenas costumbres y por lo tanto es sancionado por la ley, justificándose en la mal aplicación del artículo 373 del Código Penal, que sanciona en forma arbitraria las "ofensas a las buenas costumbres".

Bibliografía
Foucault, M. (1994). “Michel Foucault, una entrevista: sexo, poder y política de la identidad”. En Estética, ética y hermenéutica. Barcelon: Paidós, 1999.
R.G. (4 de septiembre de 2008). Opusgay.cl. Recuperado el 25 de septiembre de 2008, de
http://www.opusgay.cl/1315/article-83635.html
Roa, A. (19 de agosto de 2008). Opusgay.cl. Recuperado el 25 de septiembre de 2008, de http://www.opusgay.cl/1315/article-83401.html
Torres, A. G. (s.f.). catholic.net. Recuperado el 24 de septiembre de 2008, de http://es.catholic.net/sexualidadybioetica/340/1318/articulo.php?id=28744
Ibáñez, T. (1996) “Construccionismo y psicología” en Gordo, A. y Linaza, J.L. Psicologías, discursos y poder (PDP)

1 comentario:

Pablo A. Ugarte Insinilla dijo...

Encuentro interesante esta parte de tu argumentación. Sin embargo, te sugiero que en futuras intervenciones puedas dar contraargumentos para fortalecer más tus opiniones.