Luego el afrontamiento dejo de ser puesto en escena, en una especie de teatro callejero para reducirse a las leyes y la disciplina, es decir lo que nos parecía una verdadera barbarie cambia a la privación de la libertad, al castigo del alma, un castigo silencioso e invisible, mas suave, humanizado y decente a los ojos de todas las personas.
En la sociedad chilena funciona de esta manera, no se castiga el hecho en si, como lo era antes, en el caso del abuso sexual infantil se castiga la perversión de la persona que comete el abuso, es decir a la persona misma, el cuerpo ya no es mas mutilado, ni víctima de suplicio, ahora lo es el alma, los procesos mentales y afectivos de las personas.
Las personas se juzgan a través de la evaluación de su moralidad, se mide su grado de sensatez o locura y la probabilidad existente de que pueda volver a la "normalidad" para volver a insertarse en la sociedad, ser ciudadano y no cometer otro crimen. Ahora son los psicólogos, psiquiatras, médicos, curas, etc., los que tienen el poder de suspender los derechos de los criminales a través de la evaluación. Según Foucault esta evaluación se va organizando al servicio de los interés que se van formando con los cambios sociales y económicos (Foucault, 1976)
REFERENCIAS :
- Foucault,M. (1976) "vigilar y castigar".
No hay comentarios:
Publicar un comentario